domingo, 6 de diciembre de 2009

CAPITULO 19-21

Charlotte y Scarlet estaban pasando un taro i en el dormitorio de Scarlet, pero por primera vez ambas sentían que vivían en mundos distintos, la cama entre cojines de terciopelo arrugado oscuro, dibujando inocentes muñequitas de porcelana de ojos grandes y siniestros cuerpos desproporcionados, mientras que Charlotte se paseaba de un lado a otro como un tigre enjaulado.

Charlotte se levanto y se acerco al cartel del tour de Death Cab for Cutie que Scarlet tenía colgado en la pared. Tratando de sacar a Scarlet de sus casillas, deslizo los dedos por el filo, como si buscara hacerse un terrible corte con la hoja. A otros les hubiese costado seguir mirando, pero Scarlet no quería darle esa satisfacción.

La lluvia inclemente atravesaba a Charlotte y se precipitaba al suelo mientras caminaba tristemente por la calle oscura lamentándose de su mala suerte. Deseo sentir la fría lluvia en su cuerpo, pero no podía. No era más que un recuerdo de que era tan hueca como la guitarra de Damen, y poco podía hacer ella ya para solucionarlo, ni ahora ni nunca. Nada podía tocarla. A Charlotte no tenia adonde ir y no había donde estar. No tenia hora de de llegar ni nadie que le esperara.

Charlotte avanzó con cuidado hasta el pie de su ventana y lo vio allí, bañado por la luz de la luna, dormido en su cama doble. Sobre salía de bajo de la sabana, una pierna desnuda, y podía entrever parte de sus bóxers blanco bajo las sabanas verde. Sabía que había trabajado de voluntario en la Cruza Roja en verano anterior porque ella tenía el recorte del periódico pegado a su espejo.

Nunca antes había estado en el dormitorio de un chico, y menos en el de un chico como Damen y par su sorpresa descubrió que era tal y como imaginaba. Dormía bajo un estante con CD, trofeos y su equipo de música, que sonaba tan alto que se pregunto cómo siquiera podía dormir.

Entre tanto Charlotte tenía un pequeño, pero no por ello menos importante, asunto que resolver. Scarlet. Seguían sin hablarse y sin su cooperación nada era posible.
Pareció que nadie reacciona igual a la noticia. Petula, que se encontraba en Expresión Oral leyendo ante toda clase un artículo sobe Como complacer a un hombre, sacado del último número de Cosmo.

Damen, que estaba acabando de cambiarse para el entrenamiento de futbol, parecía visiblemente fastidiado y Scarlet que se hallaba sentada en clase de Historia se vino abajo en silencio.

1 comentario:

  1. PROFESOR LE HE ENVIADO LOS UNICOS CAPITULOS QUE TENGO PORQUE LOS DEMAS NO LOS PUEDE CONSEGIR Y LE MANDE REPETIDOS PORQUE LOS PUESE COMO BORRADORES PERO PARA QUE SE DE CUENTA QUE NO LE MENTI

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